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ació el 4 de agosto de 1948. A lo largo de su vida ha sido un reconocido empresario, Presidente Honorario de Litografía Magno Graf, S.A. de C.V., creada en 1971, Asociación Periodística Síntesis, S.A. de C.V. (1992), entre otras empresas y en las que ha generado numerosos empleos y apoyo a sus colaboradores, ha realizado aportaciones en beneficio de la sociedad y ha sido distinguido con cuantiosos reconocimientos y nombramientos en agradecimiento a sus contribuciones.
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recisamente estos retos le dieron la visión para encontrar soluciones a la problemática que enfrenta nuestro país y con el apoyo de destacados académicos, intelectuales y periodistas creó la Fundación para la Libertad de Expresión en 2008, en la que se trabaja para construir un país más justo y unido en beneficio de la paz y el progreso de México
A finales de los sesenta y principios de los setenta, cuando México atravesaba por una convulsión política y social, Armando Prida Huerta afrontó la disyuntiva de hacer una carrera universitaria o inclinarse por los negocios. Optó por sembrar la semilla de su primera empresa. Entonces tenía 23 años. A esa edad el reto del joven empresario era doble: por un lado, el país experimentaba una
Triunfar en un país de evidentes desigualdades y de oportunidades no es cosa sencilla, a Armando Prida le tocó enfrentar esa realidad desde niño. Antes de cumplir los 16 años comenzó a trabajar como empleado de una imprenta y a fuerza de voluntad y de trabajo se convirtió en hechura de sí mismo. Es lo que los estadounidenses suelen llamar el típico “self-made man”.
Ser emprendedor es vivir un paso delante de la mayoría. Pocos, por cierto, están capacitados para sentir y valorar a profundidad esa prueba demostrable de superación.
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crisis económica que acabó de la noche a la mañana con el llamado “Milagro mexicano”, es decir lo que los especialistas definían como el desarrollo estabilizador.
Mientras los empresarios gozaban del proteccionismo gubernamental, los jóvenes de ese entonces fueron marcados por una generación a la cual los sociólogos se referían como los “nacidos para perder”. Sin embargo, Armando Prida no se amilanó ante el reto que él había escogido. Estaba convencido de que ese era su destino: ser empresario, por vocación y convicción. No por ello dejó de alimentar el espíritu, las horas que le robaba al tiempo las dedicaba a leer y estudiar para seguir con su sueño de emprendedor hasta alcanzar el éxito.
Como todo ser humano, en su trayecto ha enfrentado retos que lo han llevado a trabajar con mayor intensidad y tenacidad, como es el caso de las crisis económicas en México, las violaciones a sus derechos humanos cometidos en su contra por el entonces Director de la CONALITEG, Jorge Velasco y Félix, y la difamación y la calumnia a la que se ha enfrentado, respondiendo con el valor y la seguridad que da la razón y la confianza en la honestidad y la justicia, mostrando siempre con elementos contundentes e irrefutables la verdad. Dichos retos han sido para él la semilla de la oportunidad que lo ha levantado en cada ocasión como una mejor persona.